Cuando pensamos en grandes fondos de inversión en capital riesgo solemos poner el foco en las sociedades especializadas en capital riesgo y conocidas como SCR, creadas para invertir o adquirir empresas que no están en bolsa, además de productos como deuda privada o infraestructuras, y que canalizan los recursos de otras instituciones, casi siempre fondos, para invertir. Pero conviene ponerse en otro ángulo del punto de mira, y ver cómo las grandes corporaciones empresariales del país, con un foco de negocio primario y mayoritario alejado originariamente del capital riesgo, adoptan a su vez sus propios instrumentos de inversión en el mercado de las startups.
Y es que grandes empresas de España han decidido desde hace unos cuantos años crear fondos para invertir por ellas mismas en capital riesgo. Es un marco distinto al de los tradicionales fondos, como el de pensiones, que están en manos de muchas de estas grandes corporaciones. En el caso de compañías bancarias como el BBVA, la Caixa, Bankinter y el Banc Sabadell, entre otras, han creado instrumentos propios como fondos venture capital para poder apostar por nuevos proyectos de valor añadido, proyectos de otras personas o empresas.
Los bancos como motores de inversión
Los bancos son, además, una de las pocas entidades, junto a las empresas de inversión y los llamados Fondos Closed-End, que pueden operar fondos de Private Equity (distintos de los fondos VC y con los que se suele comprar la totalidad de capital de una empresa). Y tampoco son muchas entidades bancarias quienes lo hacen, debido a las elevadas exigencias regulatorias de los llamados Acuerdos de Capital de Basilea I, II y III.
Caixa Capital Risc es la gestora de capital riesgo de Criteria Caixa y que invierte en Venture Capital empresas innovadoras en etapas iniciales o fase de crecimiento. Desde este instrumento, la entidad financiera española ha ido creando paulatinamente fondos de inversión segmentados por ámbitos, como uno para impulsar las empresas biotecnológicas en España (2014), u otro fondo para impulsar las compañías del ámbito científico (2016). Hasta totalizar 11 sociedades y fondos de inversión en compañías de capital riesgo, con 76 empresas en cartera y 112 millones de euros invertidos en tres áreas de negocio: ciencias de la vida, tecnología de la información y tecnología industrial Y así, sucesivamente, es un modus operandi que repiten otras grandes empresas.
Directivos y propietarios, y hasta ahorradores particulares, detrás de los fondos
Lo normal es que una empresa que se adentra en el mundo del capital riesgo encamine su capital hacia sectores específicos como el tecnológico, el medioambiental u otros, y diversifique su volumen de aportaciones en un ramillete de startups. Un buen ejemplo es Turtle Capital. Espai d’Inversions, una firma basada en Barcelona, propietaria de la cadena Bonpreu, que acredita un sólido portfolio de inversiones con éxito (Gymforless, Exocaticca..), y entre las que destaca además The Housers, primera plataforma de crowdfunding inmobiliario de España.
Inevitablemente, en estos caos surge la pregunta: ¿quiénes están detrás como inversores? Turtle Invierte en Venture Capital y Private Equity y sus artífices son los propios cofundadores y directivos del grupo catalán de distribución Bon Preu – Esclat .
En el caso de los fondos de capital riesgo que gestionan las entidades bancarias, la nueva normativa más reciente permite rebajar desde el mínimo anterior de 100.000 euros a 10.000 euros la cantidad de capital riesgo que puede suscribir un ahorrador, es decir un cliente del propio banco, que de esta manera se convierte en un pequeño inversor.
Mutua Madrileña, por su parte, cuenta desde ya un lejano 2009 con un equipo propio especializado en este tipo de inversiones en private equity, venture capital, además de deuda privada y real estate (inmobiliaria). La aseguradora emprendió este camino de los fondos de capital riesgo con el objetivo “de diversificar sus participaciones en activos menos dependientes de los mercados cotizados y generar importants retornos”. Operar así, en ámbitos alternativos que no son propiamente los seguros. el ‘core business’ de su actividad., Por su parte, Ekrium es otro potente inversor especializado en operaciones inmobiliarias y que ha puesto sus ojos también en las startups.
Víctor Giné, CEO Oryon, suscribe la conclusión de que las grandes empresas crean fondos de inversión propios con el objetivo de diversificarse en nuevas líneas de negocio. Pero apoyado en su trayectoria profesional, añade otro matiz: las consultoras de inversión en capital riesgo han sido y son un fiel aliado de ese propósito, ayudando a las grandes empresas en asesoramiento, scouting de proyectos muy sólidos y rigurosos donde una vez se invierte, se efectúa un estricto seguimiento por parte de esas consultoras”.
Google, Intel, Starbucks…
Recordemos que grandes empresas como Google, Starbucks o Intel recibieron en sus inicios la ayuda de fondos de Venture Capital, y en buena medida han retornado aquel empujón con la creación de sus propios fondos VC (venture Capital) para financiar empresas y proyectos de negocio en su fase inicial. Las tecnológicas Intel y Google invierten propiamente en startups que desarrollan nuevas tecnologías, mientras que la cadena Starbucks se concentra en ayudar a empresas de alimentación.
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