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Dilema: reunir pequeños aportes de capital riesgo de muchos inversores, o mayores de unos pocos

Los emprendedores que inician la búsqueda de capital riesgo desde la primera ronda seed de financiación y sucesivas, se encuentran en la tesitura casi hamletiana de decidir: ¿Qué es mejor para mi startup, reunir aportaciones de menor cuantía de muchos inversores, o bien de pocos inversores, pero de mayor aporte? ¿Qué es lo más conveniente? ¿Qué es más fácil de lograr?

Hoy, de la mano de Joan Albà, director de Inversiones y Scouting de Oryon Universal, hemos planteado posibles respuestas a este dilema.

 

Rondas seed iniciales

Lo ideal es conseguir pocos inversores y que además conozcan muy bien el sector, generen networking, aporten clientes para el desarrollo de negocio, y conocimiento de mercado. De esta manera, a medida que la empresa avance en rondas y traccione más, la lógica dice que acabarán entrando inversores más grandes. Esto conlleva limpiar el llamado Cap Table de los inversores pequeños. En resumen, en una primera ronda, lo normal es que haya muchos inversores pequeños, en una serie A haya siete o diez inversores mayores, y en una serie B, incluso menos.

Para una ronda inicial de una pequeña startup los estándares de financiación obtenida van de los 200.000 a los 500.000 euros. Eso nos sitúa en un marco definido y limitado, ya no es una cantidad excesiva. Por consiguiente, no puede haber muchos inversores de grandes importes. Si lo repartes entre diez o doce, suman aportaciones de capital riesgo de pequeña cuantía. A menos que hablemos de micromecenazgo, que sí muestra una realidad de mini aportaciones

En primeras rondas, y más si la startup ya tiene cierta tracción demostrable, los business angels más activos y con mayor músculo financiero hacen aportaciones de 20.000 a 50.000 euros, aunque  las hay más pequeñas: de cinco mil o diez mil euros en este perfil inversor. Por filosofía, la figura del business angel es invertir en minoría, de manera que incluso en toda la coinversión, queda en minoría. En estas primeras fases es absurdo que un único business angel, o un conjunto de business angels, tenga mayoría en las primeras rondas, ya que eso supondría matar la startupEn estas fases el protagonista es la startup, no el inversor.

Una de las razones que empujan a los emprendedores a defender una posición fuerte en estas primeras fases es intentar que no se diluya su presencia como impulsor matriz entre un maremagnum de pequeños inversores. Por ejemplo, un consultor en tecnología e IT que acaba de cerrar su primera ronda, y faltándole unos flecos de pequeños importes para cerrar la ronda se muestra reacio a incorporar a más y más ‘mini inversores’. Joan Albà coincide con esa visión manifestada: “por concepto, si eres emprendedor, lo más tarde que empieces a buscar dinero y cuanto menos diluyas en primeras rondas mejor. Te permite un recorrido mayor”. Cada startup es un mundo y, de hecho, como matiza este interlocutor, hay algunas ocasiones en las que se crean startups de venture builders, es decir que las crean de inicio, y donde el equipo emprendedor está en minoría. Aunque también te diría que es una rara avis”.

 

Rondas de crecimiento: series B, C y D

Volvemos a una startup que ha dejado atrás con éxito su primera ronda y que ya en la segunda es más ambiciosa, va a buscar una cantidad, por ejemplo, de 1 millón de euros o más. Para esas cantidades se reduce casi con seguridad el volumen de inversores participantes y los aportes por persona son ya bastante más elevados, De hecho, las Venture Capital normalmente tienen una inversión mínima que, acostumbra a situarse en los 500.000 euros. “Hay algunos que empiezan en 200.000 euros, pero diría que lo normal es ese medio millón de euros para arriba. A no ser que sean cosas muy concretas, una VC no puede entrar en las fases iniciales, en las que, como ya hemos dicho antes, entran los Business Angels, ect. Usualmente cuando entra una Venture Capital sale el Business Angel”.

 

Camino de la desinversión y salida

En la última fase del recorrido que hace una startup, transcurrido su paso por todas las rondas de financiación previas, llega el momento de lograr la ‘aportación’ mayor de un private equity, seguramente ya por la práctica totalidad del capital adquirible. Joan Albà advierte, sin embargo, que esta ‘adquisición’ puede producirse en cualquiera de las etapas anteriores: “puedes llegar a una ronda serie C o una serie D, y todavía tener mayoría, al igual que llegar a una ronda B y que te compren”. También depende mucho del tipo de comprador, por ejemplo, si se trata de una tecnológica que es muy buena en algo particular y viene Google o Apple y te adquiere la compañía.

Hay otro modelo de adquisidores, que son los VC (Venture Capital) grandes. Estos normalmente, el cien por cien del capital no adquieren, pero una mayoría dentro de la empresa sí. Por último están aquellas startups que han conseguido pasar todas estas rondas, y que lo que hacen es una salida a bolsa, caso de Facebook, o de otras.

Cuando un inversor, sea un fondo, sea una family office, sea un business angel decide aportar una cantidad a una startup en cualquiera de sus fases, lo hace ya calculando y pensando en el ‘exit’, es decir haciéndose un cálculo de antemano de lo que puede verse retribuido cuando se produzca su salida de la empresa. En función de eso fija también esas primeras cuantías. “Cuanto más inversor profesional eres, no inviertes en nada  que no tenga una salida (desinversión) clara. Y, además, en el caso de las Venture Capital normalmente siempre invierten en startups donde creen que en cinco años pueden multiplicar por diez lo invertido”.

Desde su inicio, Oryon Universal ha invertido de manera directa en startups aproximadamente unos 5 millones de euros, mientras que sumando todo su ecosistema de alianzas, inversores y advisors,  hablaríamos de unos 40 millones de euros. Hablando solo de la inversión directa, Oryon Universal decide entrar en minoría por la propia filosofía de firma de inversión ‘distinta’ que le identifica.

«Nuestra forma de trabajar es diferente a la de los Venture Capital tradicionales”, matiza el director de Inversiones y Scouting.  A Oryon Universal le satisface entrar en fases iniciales, en fases de business angels y aportar servicios de forma que pueda vivir el día a día de la startup y de forma muy directa. “Eso nos permite conocer muy bien el equipo emprendedor y después invertir cantidades mayores en fases posteriores en aquellas startups que traccionan”.

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